GUÁRDALO EN EL CIELO
Por Emanuel Seropián
Sermón predicado en
Ministerio Tiempo
de la
Gloria de Dios
Domingo 03 de
noviembre
2019,
año de cielos abiertos
Disponible en Youtube: click
aquí
Introducción
Hablaremos acerca del amor, pero en su concepción romántica y literaria. Sabemos que manejamos una definición de amor que está lejos de las emociones del hombre, sino que es concebida como una decisión y un compromiso; el amor como pacto de entrega del propio ser en beneficio del otro.
Pero popularmente se concibe al amor como una emoción, un sentimiento, un impulso interno que nos lleva a realizar acciones que terminan a la postre siendo justificadas en sí mismas por ese mismo impulso. Se suele escuchar: “si es por amor, está bien” o “mientras lo hagas por amor…” y expresiones de ese estilo en donde el amor es algo que nadie sabe definir pero que todo lo justifica.
En esta ocasión hablaremos del amor pero en esa concepción cultural, en el amor como un sentimiento, una emoción, un impulso interno.
Donde está tu tesoro…
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Mateo 6:19-21
No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón
Lucas 12:32-34
Si hablamos de amor, hablamos de corazón, porque el corazón en el sentido literario al que refiere la Biblia (no anatómico) es el centro, la totalidad o esencia de todas las cosas o actividades. En particular, se refiere al centro de la personalidad del hombre.
Hablar del amor o del corazón es vital. Jesús dijo en Mateo 5:8 “bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. Si dice “limpio corazón” es porque el corazón puede estar sucio, y eso significa que nuestros impulsos o nuestras motivaciones podrían estar equivocadas, o contaminadas.
Dice el proverbio:
Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
Proverbios 23:7 (a)
¿Pensamiento en su corazón? ¿Es capaz de pensar el corazón? Sí, porque en el hebreo bíblico, corazón y mente eran sinónimos. El hebreo es un idioma más inclinado hacia lo subjetivo que a lo científico, por lo tanto a menudo se encuentran estas faltas de precisión en la terminología veterotestamentaria. Carácter, personalidad, voluntad y mente son términos modernos que ahora representan lo que corazón significaba para los hebreos.
La ley de la primera referencia, ya mencionada en ocasiones anteriores, nos dice que la primera vez que algo se menciona en la Biblia define el propósito. Esta es la primera vez que se menciona corazón en la Biblia:
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
Génesis 6:5-6
Nota: en la Biblia existe una famosa alocución del profeta Balaam en la que afirma que Dios no se arrepiente (Números 23:19) que pareciera contradecir el relato de Génesis donde dice que Dios se arrepintió de hacer el hombre. La aparente contradicción se debe analizar en función del contexto en que ambas expresiones se dicen. La palabra hebrea para arrepentimiento es נָחַם (nakjám) y entre sus varios significados se encuentra arrepentimiento, pero también lamentación, pesar. Aquí la palabra debe entenderse como luego lo reafirma el texto: a Dios le pesó haber hecho al hombre; es decir, le dolía las acciones malvadas que el hombre realizaba de continuo. En cambio, en el momento en que Balaam habla, está haciendo una comparación entre Dios y el hombre y se está refiriendo a que Dios no cambia de parecer o de idea cuando ha decidido hacer una cosa, en contraste con el hombre que puede ser inconstante en sus caminos y un día pensar una cosa, y al otro día pensar otra, sin aparente razón para el cambio; además, lo dicho por Balaam se aplica solamente para el caso específico en que está actuando.
De modo que aquí queda claro que hablar del corazón refiere al lugar donde se producen los pensamientos y también las emociones.
Dice la Biblia en Cantar de los Cantares:
Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían.
Cantares 8:6-7
¿Qué significa “sello en el corazón”? Emociones, sentimientos, lealtad. La verdadera riqueza consiste en obedecerme de todo corazón. Donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. El amor hace que dispongamos todas nuestras emociones, sentimientos y toda nuestra lealtad hacia la persona que amamos.
Y, ¿Qué significa “sello en el brazo”? Representa el trabajo y esfuerzo. El amor me impulsa a querer trabajar y esforzarme por aquello que amo.
Este es un popular versículo que se usa para invitación de bodas. Los novios lo suelen invocar frecuentemente. Es que cuando nos vamos a casar, hacemos un pacto de volcar todos nuestros sentimientos y emociones en favor del cónyuge, le dedicamos a nuestra pareja toda nuestra lealtad y nos comprometemos a trabajar y esforzarnos por ella.
El amor nos sella. Allí donde tengamos nuestro principal amor, allí pondremos nuestras emociones, sentimientos y lealtad. También, es allí donde dedicaremos nuestro trabajo y nuestro esfuerzo. Cuando amamos a Dios, nuestra devoción (corazón) se direcciona hacia Dios, y nuestro brazo comienza a trabajar para el propósito de Dios.
Las bolsas celestiales donde ponemos nuestro tesoro nunca envejecen ni se agujerean.
Si seguimos con el versículo de Cantares, vemos que dice que el amor es fuerte como la muerte, así que conviene que estudiemos algunas características de la muerte para entender al amor.
• La muerte es conquistadora, porque una vez que te agarra, no te deja ir.
• La muerte es más fuerte que la voluntad humana.
• No puedes controlar a la muerte.
No puedes controlar al amor, el amor te controlará a ti.
Así que OJO CON EL AMOR.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera.
Cantares 3:5
Ahí está la advertencia: no despierten al amor hasta que llegue el momento apropiado.
No saber manejar el amor puede tener consecuencias negativas. Hay que estar muy atentos.
Por ejemplo. El amor es sanador, por eso las personas dolidas buscan amor. El amor se necesita. Ejemplo: Mujer Samaritana. A cada fracaso matrimonial, la mujer samaritana buscaba uno nuevo. Cuando se encuentra con Jesús, la mujer ya llevaba cinco matrimonios fallidos e iba por el sexto. Jesús llega y le dice en sentido: mujer, si seguís bebiendo de esa agua, vas a seguir teniendo sed. Mejor bebé de mi agua, y no tendrás sed jamás.
El punto es el siguiente: el amor es sanador, pero SOLAMENTE EL AMOR DE DIOS SANA DEFINITIVAMENTE. El amor humano, el que tu puedes tener por una pareja, un hijo, por tu trabajo o una causa, es apenas una venda, una curita. Te da la sensación de que te sana, te alivia por un tiempo, pero no sana definitivamente. Y no hay nada peor en la vida que encarar proyectos si no estamos sanos. Primero el amor de Dios nos debe sanar, para luego poder encarar otros amores. Si no has sanado interiormente de tus heridas, es todo un riesgo aventurarte al matrimonio, por ejemplo. Y si tu matrimonio está fallando, no creas que teniendo un hijo lo vas a salvar.
La buena noticia es que Jesucristo venció a la muerte, por lo tanto, Jesucristo que es el amor que conquistó a la muerte.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Romanos 8:37
Otra característica del amor. El amor es fuego. Dice la escritura:
porque nuestro Dios es fuego consumidor
Hebreos 12:29
… Dios es amor.
I Juan 4:8
El amor es fuego consumidor (Dios es amor). Por lo tanto: NO JUEGES CON FUEGO.
El amor te puede llevar a donde Dios no quiere llevarte. Y el engaño funciona en el hecho de que a vos te va a parecer que todo está bien porque es amor.
Por ejemplo, caso adulterio. El cónyuge infiel se justifica en que lo que siente por su amante es amor y que, por ende, va a disolver su matrimonio para formar un nuevo proyecto con su amante. Podrá ser amor, pero no está bien.
Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite (…). Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa.
Proverbios 5:3, 8
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida
Proverbios 4:23
Este proverbio está diciendo que el corazón determina el rumbo de la vida.
El amor es también un formidable obstáculo entre Dios y yo
Lo que se interpone entre yo y Dios
• ORGULLO (amor a mi mismo y a mis gustos y deseos)
• DINERO (amor al dinero, raíz de todos los males)
• PAREJA
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.
OJO CON LO QUE VES
El mecanismo es muy sutil.
1) Necesito amor.
2) Soy herido en relación al amor verdadero. Ej: amor paternal.
3) Cuando estás herido, necesitás amor, pero te cuesta recibir amor porque para recibir amor necesitás ser vulnerable. Y ser vulnerable te puede herir.
4) Se nos ofrece un sustituto (porno). En la pornografía tu te satisfaces sin necesidad de satisfacer a otro. Es todo autogratificación – orgullo.
Estamos diseñados para amar muchas cosas. DONDE PONGAS TU GRAN AMOR, ESO CONTROLARÁ TODO LO DEMÁS QUE AMES.
Si amas más a ti mismo que a Dios…
Si amas más a Peñarol…
Si amas más a tu familia…
Si amas más a tu dolor… Hay gente que ama sus heridas, porque el amor a nuestros dolores nos da permiso de hacer lo que queramos. El amor a nuestras heridas es el patio de recreo de la carne. Las expresiones típicas de las personas dolidas son: “por qué vos no sabés lo que me pasó… Por que me hicieron esto o aquello”; y puede ocurrir que una persona no querrá sanarse del trauma porque pierde la excusa para hacer lo que quiera.
Si haces a Dios tu gran amor, o lo que la Biblia dice “tu primer amor”, Dios controlará todos tus demás amores. Pero si hay otra cosa en primer lugar en tu vida, si tu gran amor es otra cosa, eso controlará el resto de tus amores, inclusive el amor por Dios. Hay gente que hace de su trabajo su gran amor, y quedan de lado su familia, su relación con Dios, etc.
DIOS TE DICE: HAZME TU GRAN AMOR. (QUE LA GENTE LO DIGA Y QUE SE TOMEN UN TIEMPO PARA ORAR).
SI ME HACES TU GRAN AMOR, YO VOY A CONTROLAR COMO AMAS LO DEMÁS.
AMOR AL DEPORTE, A LA COMIDA, A LOS AUTOS, A LAS RELACIONES, A LA MÚSICA.
Si no haces a Dios tu gran amor, algo más controlará tu amor por Dios.
Lectura: Cantares 5
Si Dios es omnipresente, ¿por qué pide permiso para que le abran la puerta? Porque necesita tu consentimiento para entrar en una relación más profunda. Abrir la puerta significa dejarlo entrar a mi vida para que pueda “ver dentro de mi” = INTIMIDAD.
Vs. 3 te saca de la comodidad. Si quieres algo que nunca has tenido deberás hacer algo que nunca has hecho. Tengo una noticia; Dios aparece cuando quiere. Y por lo general, va a aparecer en un momento inoportuno. En este pasaje la amada parece decir: “justo ahora se te ocurrió aparecer”. Que es como decirle al Señor: ¿justo los domingos a las 6 hay que ir a la iglesia? O ¿justo en este momento en que me quiero dedicar a mi carrera me venis a llamar para servirte?
Hay muy poca distancia entre el amor lastimado y el odio (celos)
Pero el amor debe superar obstáculos: el obstáculo de la comodidad, y el obstáculo de que él se vaya y no tomarlo como un abandono o un rechazo. Esto es cuando por fin damos el paso, nos decidimos que queremos buscar a Dios, y empezamos a orar, pero no sentimos su presencia. Oramos, leemos su palabra, pero parece que habláramos al aire o que leyéramos un libro de cuento. No conectamos con Dios. Abrimos la puerta, esperábamos verlo, pero parece que no está.
A muchas personas les cuesta pasar esta prueba y perseverar en su búsqueda de Dios. Se les desploma el corazón. Había expectativa en encontrar al amado, se levanta, abre la puerta, y no está.
El tema es que Dios no nos ha abandonado, sino que él desea ser buscado.
Pero el amor es más fuerte que la muerte y el dolor de no estar encontrándolo es vencido por la fuerza del amor. Supera ese obstáculo y busca a Dios.
Vs.7 La mujer de campo se mete en un lugar desconocido para ella: la ciudad. Todo por encontrar a su amado. Allí se enfrentará a un obstáculo final: las personas lastimando. Los guardias de la ciudad, representan a las personas que se nos cruzan en la vida, incluso hermanos en la fe, líderes. Los guardias de la ciudad son las personas en las que uno confía que lo cuiden, sin embargo, la lastiman, la desnudan, que equivale a violarla.
Sin embargo, es tan grande el amor que ella siente por su amado. Que ella dice:
Estoy enferma de amor
Enferma de amor – fiebre – control del cuerpo. El amor es algo que no lo puede controlar.
Ella podría haber dicho: qué sentido tiene seguir buscando a mi amado. Por amar a Dios terminé así. Por amar a Dios me pasó esto o aquello. Sin embargo, ella no lo puede controlar. Está enferma de amor. Necesita ubicar a su amado.
La pregunta es: ¿por qué?
¿Por qué aun así, quiere encontrarse con su amado?
Lectura: Cantares 6.
Sé que te han lastimado. Así es la vida. Nadie está libre. Pero la pregunta en esta noche es: ¿Podrás superar todos esos obstáculos para encontrarme a mi? Por que yo superé todos los obstáculos para llegar a la cruz y para encontrarme contigo. Ahora es tu turno.